La campaña electoral del gobernador electo Eduardo Ramírez Aguilar no solo captó la atención de Chiapas, sino también la de especialistas en marketing político a nivel latinoamericano, lo que le valió cuatro premios
El gobernador electo de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar, ha comenzado a hacer historia incluso antes de asumir oficialmente su cargo el próximo 8 de diciembre. Su campaña electoral no solo ha captado la atención de los habitantes de Chiapas, sino también del público y especialistas en marketing político a nivel latinoamericano. Su estrategia, que se centró en una narrativa enraizada en la identidad cultural y la interculturalidad del estado, le ha valido cuatro galardones en los Reed Latino Awards, el premio más destacado en el ámbito de comunicación política de América Latina, otorgado por la revista Campaigns & Elections. Este reconocimiento subraya la importancia de un enfoque que honra y revitaliza la cultura y los orígenes de Chiapas, un estado rico en diversidad y tradiciones.
Los premios obtenidos por Ramírez y su equipo de trabajo fueron en las categorías de mejor slogan para grandes audiencias, mejor spot de televisión o web producido con inteligencia artificial, mejor spot de más de 60 segundos para medianas audiencias y mejor manejo de redes sociales. Destacan estos logros debido a que, en una era donde el marketing político está dominado por grandes firmas, su campaña fue desarrollada por un equipo de comunicadores locales, quienes, sin intervención de una empresa de renombre, trabajaron estrechamente con el gobernador electo en un esfuerzo por hacer de su mensaje algo cercano y representativo de la cultura de Chiapas.
La campaña de Ramírez Aguilar giró en torno al concepto de “Jamach’ ulel”, frase en lengua indígena que significa “abre tu conciencia, abre tu corazón”. Esta frase fue el corazón de su mensaje político y su lema electoral. Bajo esta premisa, la propuesta del gobernador electo se centra en rescatar las raíces culturales de Chiapas, promoviendo una participación inclusiva de todas las culturas del estado. Su enfoque busca reconectar a los chiapanecos con sus orígenes más profundos, alentando un sentido de unidad que celebra la diversidad y promueve un espíritu de colaboración.
Además, esta campaña fue respaldada por figuras culturales y artísticas del estado, como escritores, poetas, pintores y músicos, quienes se unieron al proyecto con entusiasmo, reconociendo el valor de la propuesta de Ramírez para rescatar la “Chiapanequidad”. Esta participación del ámbito cultural subraya el esfuerzo colectivo por fortalecer la identidad regional y la conexión con los valores propios de las comunidades indígenas y locales. Este impulso cultural demuestra una visión de gobernanza que pretende ser inclusiva y apegada a los valores de la tierra que representa.
El enfoque de Ramírez no solo ha sido atractivo desde una perspectiva estética o cultural, sino que refleja un compromiso con la autogestión y la independencia en la comunicación política. Esta visión rompe con las tendencias tradicionales del marketing político, que suelen priorizar las técnicas comerciales y el asesoramiento externo sobre las necesidades locales y culturales. Este esfuerzo por promover un mensaje genuino y culturalmente relevante lo convierte en un caso ejemplar dentro de las campañas políticas en América Latina, destacando la capacidad de un liderazgo local para presentar una propuesta auténtica y resonante.